La voz de Leopoldo Marechal (1900-1970) de su obra Heptamerón.
Durante su niñez, todos los veranos viajaba a Maipú, en donde los amigos del lugar lo apodaron «Buenosaires» debido a ser el único niño que iba a esa zona.
En 1916 ingresa a la Escuela Normal de Maestros N° 2 Mariano Acosta, egresa a fines de 1919 con titulo de Maestro.
Fue bibliotecario, maestro, profesor de enseñanza secundaria y en la década del 20 formó parte de la generación que se nucleó alrededor de la revista Martín Fierro. En la primera etapa de su vida literaria prevaleció la poesía. Publicó Los aguiluchos (1922) y Días como flechas (1926), inclinándose hacia el vanguardismo, pero en sus Odas para el hombre y la mujer (1929), afirma su voz propia y el equilibrio entre la novedad y lo clásico, libro con el que obtuvo el Primer Premio Municipal de Poesía.
En 1926 viajó por primera vez a Europa, donde trabó amistad con importantes intelectuales y pintores como Picasso, Héctor Basaldúa y Antonio Berni. En 1929, nuevamente en París, se estableció en Montparnasse y frecuentó a Aquiles Badi, Alfredo Bigatti, Horacio Butler, Juan del Prete, Raquel Forner, Víctor Pissarro y al escultor José Fioravanti, quien luego esculpiría el busto del poeta en bronce. A fines de 1929 vuelve a París, ciudad en la que inicia su novela fundacional Adán Buenosayres, que publicaría recién en 1948 luego de muchos años de elaboración.
El poeta se casó con María Zoraida Barreiro el 8 de enero de 1934, con quien tuvo dos hijas, María de los Ángeles y María Magdalena. La primera esposa del poeta falleció el 8 de junio de 1947. Después de esto conoció a Juana Elvia Rosbaco, a quien llamó Elbia, Elbiamor y Elbiamante, y a quien asignó “un espacio interlocutivo y apelativo en muchos de sus textos y dedicatorias”.
En 1941 obtuvo la más alta distinción que otorga su país, el Primer Premio Nacional de Poesía, con sus libros de poesía Sonetos a Sophia y El centauro (ambos de 1940). En ese mismo año edita el libro de texto Historia Argentina de Carlos Emilio Cánepa, adaptándolo a los nuevos programas de educación.
La publicación de Adán Buenosayres en 1948, exceptuando el comentario elogioso de Julio Cortázar y algunas otras voces entusiastas, como las de los poetas Rafael Squirru y Fernando Demaría, a quienes dedicaría respectivamente la Alegropeya y la Poética de su Heptamerón, pasó en principio completamente inadvertida. Las cuestiones políticas no fueron ajenas a los motivos, considerando la abierta simpatía del escritor hacia el peronismo, en cuyo gobierno siguió trabajando en el campo de la educación y de la cultura. En Adán Buenosayres, el periplo simbólico que emprende el poeta Adán, protagonista, tres días antes de su muerte por la geografía urbana y arrabalera de un Buenos Aires metafísico, retratando en el camino a algunos reconocibles personajes de la literatura de entonces y tocando registros que van del humor a la epopeya con un lenguaje eximio y por momentos deslumbrante, calaría hondo en la sensibilidad argentina de las siguientes generaciones de escritores.
Como en Ulises de James Joyce, las claves pueden rastrearse hasta la Odisea de Homero y la doctrina judeocristiana (Marechal era un católico convencido), pero el séptimo libro, último y probablemente el más brillante de la novela, el «Viaje a la Oscura Ciudad de Cacodelphia», es ni más ni menos que una parodia del Infierno de La Divina Comedia de Dante Alighieri.
En 1951 se estrenó la obra teatral Antígona Vélez (basada en la Antígona de Sófocles). Por esa pieza teatral recibe el Primer Premio Nacional de Teatro. Escribió dos novelas más: El banquete de Severo Arcángelo (1965) y Megafón, o la Guerra (1970). Esta última estaba en la imprenta cuando Marechal falleció en 1970.
Cuando Juan Domingo Perón fue elegido presidente en 1946, Leopoldo Marechal ocupó la dirección General de Cultura y luego el de Enseñanza Artística, siendo cercano a las ideas del peronismo- y donde permaneció hasta el golpe de Estado de 1955, que impone la dictadura autodenominada Revolución Libertadora, que se caracterizará por la persecución política al peronismo y la censura. Durante las sucesivas dictaduras de Eduardo Lonardi y Pedro Eugenio Aramburu permanecerá proscripto militando activamente en la resistencia peronista. En 1956 Marechal redacta junto con el general Juan José Valle una proclama “al pueblo de la Patria”. Sin embargo su Adán Buenosayres (1948) está considerada por muchos como la novela fundamental de la literatura argentina. Toda la obra de Marechal después de 1955 fue proscrita por la dictadura de Pedro Eugenio Aramburu y desterrada de los manuales de literatura y de las librerías. Perseguido por el régimen de la Revolución Libertadora debido a sus ideas políticas y sus denuncias públicas acerca de torturas que utilizaba el régimen de facto, decide exiliarse brevemente en Santiago de Chile.
La caída del peronismo lo lleva al ostracismo intelectual, a la soledad y al olvido.
Durante su niñez, todos los veranos viajaba a Maipú, en donde los amigos del lugar lo apodaron «Buenosaires» debido a ser el único niño que iba a esa zona.
En 1916 ingresa a la Escuela Normal de Maestros N° 2 Mariano Acosta, egresa a fines de 1919 con titulo de Maestro.
Fue bibliotecario, maestro, profesor de enseñanza secundaria y en la década del 20 formó parte de la generación que se nucleó alrededor de la revista Martín Fierro. En la primera etapa de su vida literaria prevaleció la poesía. Publicó Los aguiluchos (1922) y Días como flechas (1926), inclinándose hacia el vanguardismo, pero en sus Odas para el hombre y la mujer (1929), afirma su voz propia y el equilibrio entre la novedad y lo clásico, libro con el que obtuvo el Primer Premio Municipal de Poesía.
En 1926 viajó por primera vez a Europa, donde trabó amistad con importantes intelectuales y pintores como Picasso, Héctor Basaldúa y Antonio Berni. En 1929, nuevamente en París, se estableció en Montparnasse y frecuentó a Aquiles Badi, Alfredo Bigatti, Horacio Butler, Juan del Prete, Raquel Forner, Víctor Pissarro y al escultor José Fioravanti, quien luego esculpiría el busto del poeta en bronce. A fines de 1929 vuelve a París, ciudad en la que inicia su novela fundacional Adán Buenosayres, que publicaría recién en 1948 luego de muchos años de elaboración.
El poeta se casó con María Zoraida Barreiro el 8 de enero de 1934, con quien tuvo dos hijas, María de los Ángeles y María Magdalena. La primera esposa del poeta falleció el 8 de junio de 1947. Después de esto conoció a Juana Elvia Rosbaco, a quien llamó Elbia, Elbiamor y Elbiamante, y a quien asignó “un espacio interlocutivo y apelativo en muchos de sus textos y dedicatorias”.
En 1941 obtuvo la más alta distinción que otorga su país, el Primer Premio Nacional de Poesía, con sus libros de poesía Sonetos a Sophia y El centauro (ambos de 1940). En ese mismo año edita el libro de texto Historia Argentina de Carlos Emilio Cánepa, adaptándolo a los nuevos programas de educación.
La publicación de Adán Buenosayres en 1948, exceptuando el comentario elogioso de Julio Cortázar y algunas otras voces entusiastas, como las de los poetas Rafael Squirru y Fernando Demaría, a quienes dedicaría respectivamente la Alegropeya y la Poética de su Heptamerón, pasó en principio completamente inadvertida. Las cuestiones políticas no fueron ajenas a los motivos, considerando la abierta simpatía del escritor hacia el peronismo, en cuyo gobierno siguió trabajando en el campo de la educación y de la cultura. En Adán Buenosayres, el periplo simbólico que emprende el poeta Adán, protagonista, tres días antes de su muerte por la geografía urbana y arrabalera de un Buenos Aires metafísico, retratando en el camino a algunos reconocibles personajes de la literatura de entonces y tocando registros que van del humor a la epopeya con un lenguaje eximio y por momentos deslumbrante, calaría hondo en la sensibilidad argentina de las siguientes generaciones de escritores.
Como en Ulises de James Joyce, las claves pueden rastrearse hasta la Odisea de Homero y la doctrina judeocristiana (Marechal era un católico convencido), pero el séptimo libro, último y probablemente el más brillante de la novela, el «Viaje a la Oscura Ciudad de Cacodelphia», es ni más ni menos que una parodia del Infierno de La Divina Comedia de Dante Alighieri.
En 1951 se estrenó la obra teatral Antígona Vélez (basada en la Antígona de Sófocles). Por esa pieza teatral recibe el Primer Premio Nacional de Teatro. Escribió dos novelas más: El banquete de Severo Arcángelo (1965) y Megafón, o la Guerra (1970). Esta última estaba en la imprenta cuando Marechal falleció en 1970.
Cuando Juan Domingo Perón fue elegido presidente en 1946, Leopoldo Marechal ocupó la dirección General de Cultura y luego el de Enseñanza Artística, siendo cercano a las ideas del peronismo- y donde permaneció hasta el golpe de Estado de 1955, que impone la dictadura autodenominada Revolución Libertadora, que se caracterizará por la persecución política al peronismo y la censura. Durante las sucesivas dictaduras de Eduardo Lonardi y Pedro Eugenio Aramburu permanecerá proscripto militando activamente en la resistencia peronista. En 1956 Marechal redacta junto con el general Juan José Valle una proclama “al pueblo de la Patria”. Sin embargo su Adán Buenosayres (1948) está considerada por muchos como la novela fundamental de la literatura argentina. Toda la obra de Marechal después de 1955 fue proscrita por la dictadura de Pedro Eugenio Aramburu y desterrada de los manuales de literatura y de las librerías. Perseguido por el régimen de la Revolución Libertadora debido a sus ideas políticas y sus denuncias públicas acerca de torturas que utilizaba el régimen de facto, decide exiliarse brevemente en Santiago de Chile.
La caída del peronismo lo lleva al ostracismo intelectual, a la soledad y al olvido.
Descubrimiento de La Patria, por Leopoldo Marechal. Heptamerón 1966 video phone beyonce mp3 | |
12 Likes | 12 Dislikes |
747 views views | 32.7K followers |
Education | Upload TimePublished on 28 Aug 2016 |
Không có nhận xét nào:
Đăng nhận xét